martes, 26 de agosto de 2008

Fontanarrosa

Una tarde, conversando con el negro Fontanarrosa, me dijo: -Estuve pensando en esas frases célebres que se le atribuyen a los próceres, esas que todo el mundo cita declamando, dándole énfasis a la pronunciación por el solo hecho de que vienen siendo repetidas a lo largo de la historia, como por ejemplo aquella tan conocida del general don José de San Martín, “Serás lo que debas ser o sino no serás nada”. Fijate vos lo que dijo el tipo, pensala, ¿no?, “Serás lo que debas ser o sino no serás nada”- me repitió mirándome fijo como vigilando a ver si me atrevía a plantearle alguna otra hipótesis y concluyó -, que me perdone el libertador, che, pero es una reverenda pelotudez. Yo me cagué de risa y le dije que sí, que tenía razón. Que mas podía hacer, si todo lo que enunciaba el negro era, mas que absoluta, astutamente irrebatible.

lunes, 25 de agosto de 2008

Los mataría

Bestias insanas,
sus ofídicos ojos bajo la visera
observan la epidermis argentina
y estudian (si se pudiera utilizar esa palabra)
donde inyectarnos la ponzoña que les queda
entre los lívidos colmillos todavía.
Bestias insanas,
coroneles de mierda, porquerías,
si la justicia no fuera tan injusta,
es decir, si viera lo que hago,
los mataría.

jueves, 21 de agosto de 2008

Locomotora

Parece mentira,
pero siempre que la miro me engancha
como una locomotora acopla sus vagones,
me arrastra por los raíles entre crujidos,
me transporta sobre los durmientes y las señales,
me impulsa por los campos a toda velocidad
y me frena entre estaciones y terminales.
Parece mentira,
pero siempre que la miro me encarrila.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Prolegómenos

Eran las frases confusas y estereotipadas
de un marido empecinado en explicar horas extras.
Prolegómenos que nunca llegaron a confesarse
y jamás pasaron de ser un sinnúmero de palabras
que se fueron acumulando al costado de los sillones.
Cuando ya los dos se dormían de aburrimiento
entró María con una palita, su escoba en ristre
y sus casi cuarenta inviernos de empleada doméstica,
las barrió prolijamente con movimientos automáticos
y las tiró en una bolsa de polietileno negra
a la que le hizo un nudo bien fuerte
para que nunca se escapara la verdad
y se salvara para siempre el matrimonio.

martes, 19 de agosto de 2008

Un paréntesis

Un paréntesis para después de leerte,
ilógica historia de mi país pseudosuicida
que me dejaste las manos bien crucificadas
en el travesaño de la cruz del sur torcida.

Dejame solo que ya sé cruzar las calles
y espantarme las moscas de cada herida,
le sé escupir en la visera a los comisarios
y saltar el rojo de los semáforos de la vida.

Yo creo mas en la tibieza de los infiernos
que en la santa protección de cielos sublimes.
Hoy soy los ojos entreabiertos del Che Guevara,
mañana seré otro muerto rosarino que se sonríe.

sábado, 2 de agosto de 2008

Volver

Volver es un clásico, un argentinismo más, diría que hasta un tango, y volver no es lo mismo que haberse ido, eso es obvio, aunque el camino de ida, con bastante regularidad, sea el mismo del regreso.

viernes, 1 de agosto de 2008

Sangre

La sangre mas valiente es la que corre por afuera de las venas.

Dosis justas

La historia tiene la capacidad infinita de inyectar las dosis justas del tiempo que necesitan las almas para develar sus secretos. Dicen que todo está escrito y es cierto, pero el tema es que está sin publicar, la historia, por ende, es inédita hasta que la edita la memoria de los seres humanos.

Memoria

La memoria y el olvido son los hijos naturales de la humanidad jugando a las escondidas en el patio trasero de la vida, un día cuenta una, otro día cuenta el otro y el que no se escondió se embromó. Pero la memoria, sépanlo desde ya, siempre le termina haciendo la pica al olvido.

Mala costumbre

La historia tiene la mala costumbre de ocultar los recuerdos bajo el mar, bajo la tierra o bajo un manto de dudas, pero la humanidad carga aún con una inconducta mayor que es la de tergiversar los hechos, mentir la realidad o silenciar las verdades. La historia se libera así del pecado del error, que como todos sabemos, humano es.

Encubrimiento

La justicia y la injusticia son hijas dilectas de la historia y, a pesar de que ni siquiera ella misma sabe cual de las dos nació primero, cada vez que una encubre, la otra devela y cada vez que la otra devela, una encubre.